Un estudio ha estimado por primera vez la magnitud de las diferencias de género en el consumo de riesgo de alcohol de hombres y mujeres europeos de entre 50 y 64 años, para analizar si están asociadas a factores socioeconómicos o regulatorios y poder así desarrollar políticas dirigidas a reducir su consumo.
Este grupo de población ha sido poco estudiado hasta ahora, a pesar de que dos tercios de las muertes atribuibles al consumo de alcohol en individuos de entre 20 y 64 años se producen en la franja que va de los 45 en adelante. Además, en estas edades las personas que tienen un problema con el consumo de alcohol suelen llevar años con un consumo de riesgo o con dependencia del alcohol.
La investigación ha sido realizada por personas investigadoras de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, la Universitat Autònoma de Barcelona, el Instituto de Investigación Biomédica Sant Pau, la Universitat Pompeu Fabra y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública del Instituto de Salud Carlos III. El estudio, publicado en el European Journal of Public Health, se ha realizado en una muestra de 26.000 individuos de entre 50 y 64 años de 16 países, extraída del Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe (2012) y aplicando variables de contexto de cada país, entre ellas el Índice Estandarizado sobre Apoderamiento de Género de las Naciones Unidas o la normativa respecto al control de la publicidad de bebidas alcohólicas.
El estudio indica que este tipo de consumo -beber frecuentemente bebidas alcohólicas y en elevada cantidad*- es bastante más elevado en hombres que en mujeres en la mayoría de países. El trabajo estima que el porcentaje de consumidores de riesgo en personas de 50 a 64 años de Europa es del 30% en hombres frente al 18% en mujeres (1,7 veces más en hombres que en mujeres), aunque estos porcentajes varían en función del país.
Las diferencias entre hombres y mujeres en el consumo de riesgo de alcohol se han observado en la mayoría de países, pero han sido más grandes en los países del Este de Europa, mientras que en otros países, como Italia, Holanda, Suecia y Suiza prácticamente no hay. En los hombres la prevalencia es de moderada a alta en la mayoría de países, mientras que entre las mujeres es más variable -hasta seis veces más alta en algunos países que en otros-. Los investigadores han asociado estas diferencias entre países a factores como el grado de igualdad de género, la cultura del consumo de alcohol o las restricciones en publicidad de bebidas alcohólicas.
Los datos muestran que los países con mayores diferencias entre hombres y mujeres en patrones de riesgo de consumo de alcohol fueron aquellos donde había mayores restricciones en el comportamiento social de las mujeres o con las mayores desigualdades sociales de género. Esto se podría deber a que las mujeres tienden a beber menos alcohol en estas sociedades más desiguales. De este modo, una mayor igualdad social en el país parece estar relacionada con un mayor consumo de alcohol entre las mujeres, que podría explicar por qué las mujeres establecen los mismos comportamientos de riesgo que los hombres.
El estudio también ha constatado que los países con mayores restricciones en la publicidad de bebidas alcohólicas eran aquellos que presentaban menores porcentajes de consumidores de riesgo de alcohol, tanto en hombres como en mujeres. Pero las políticas preventivas sobre el consumo de alcohol – como por ejemplo, la restricción a la publicidad- pueden haber cambiado a lo largo del tiempo, por lo que “determinados aspectos políticos, sociales y culturales vigentes en la etapa inicial de consumo podrían ser los más relacionados con el consumo de riesgo de alcohol en la etapa adulta”, afirman Marina Bosque-Prous, investigadora de la ASPB y de la Universitat Pompeu Fabra, primera autora del artículo, y sus colaboradores.
“Nuestros resultados sugieren que la mejora en las condiciones sociales de las mujeres, que mejoran la salud de hombres y mujeres, pueden ir acompañadas también por la adopción de conductas y hábitos menos saludables en las mujeres que han sido tradicionalmente relacionados con los hombres. De este modo, en cuanto al consumo de riesgo de alcohol, es necesario que las políticas dirigidas a mejorar la igualdad de género vayan acompañadas de políticas de control del consumo alcohol” explica Albert Espelt, investigador del ASPB y de la UAB, que ha coordinado el estudio.
Las personas investigadoras del estudio consideran que las políticas para favorecer la igualdad de géneros tendrían que ir acompañadas de políticas de probada eficacia en la disminución del consumo de alcohol, como por ejemplo las relativas a la aplicación de impuestos, la regulación publicitaria o la venta y distribución de bebidas alcohólicas. “De otra manera, las diferencias de género se reducirían, pero los efectos adversos atribuibles al consumo de alcohol aumentarían entre las mujeres”, concluyen.
País |
Hombres |
Mujeres |
Alemania |
34,3 |
16,9 |
Austria |
27,6 |
18,0 |
Bélgica |
38,8 |
31,8 |
Dinamarca |
42,6 |
36,6 |
Eslovenia |
16,4 |
9,5 |
España |
26,0 |
16,9 |
Estònia |
26,0 |
6,1 |
Francia |
32,6 |
18,5 |
Holanda |
42,2 |
36,1 |
Hungría |
22,5 |
6,0 |
Italia |
24,6 |
23,6 |
Polonia |
24,1 |
7,0 |
Portugal |
30,6 |
17,5 |
República Checa |
39,7 |
18,5 |
Suecia |
14,1 |
13,2 |
Suiza |
28,7 |
27,7 |
Tabla: Porcentaje de hombres y mujeres de 50 a 64 años que son consumidores de riesgo de alcohol en diferentes países europeos.
* El estudio planteaba tres preguntas para determinar el consumo de riesgo de alcohol:
- ¿Con qué frecuencia ha consumido bebidas alcohólicas en los tres últimos meses?
- ¿Cuántas bebidas alcohólicas ha tomado el día que ha consumido?
- En los últimos tres meses, ¿con qué frecuencia ha tomado seis o más bebidas alcohólicas en sólo una ocasión?
Cada pregunta tenía cinco posibles respuestas, valoradas de 0 a 4 puntos. Las conductas de riesgo se asociaban a un resultado total de 5 o más en hombres y de 4 o más en mujeres.