Un estudio internacional muestra que las personas con trastorno bipolar que son resistentes al litio pueden tener un alto número de genes asociados a la esquizofrenia. El estudio ha sido liderado por la University of Adelaide (Australia) y han participado investigadores de varios países, incluidos el grupo del Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona, el IDIBAPS y el CIBERSAM dirigido por el Dr. Eduard Vieta, así como investigadores del grupo de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona (Drs. Arias y Mitjans) y del IMIM (Dr. Colom), también de CIBERSAM.
Los investigadores del consorcio internacional sobre la genética del litio analizaron los genes de más de 2.500 pacientes con desórdenes bipolares sometidos a tratamientos con litio y descubrieron su vínculo con la esquizofrenia.
“Descubrimos que los pacientes clínicamente diagnosticados con desórdenes bipolares que mostraban una respuesta pobre al tratamiento del litio tienen algo en común: un número alto de genes previamente identificados en la esquizofrenia”, dijo Bernhard Baune, autor principal del estudio, publicado en la revista JAMA Psychiatry.
Desde la década de 1950, el litio ha sido utilizado para tratar los desórdenes bipolares debido a sus propiedades contra los episodios depresivos y maníacos, así como por su capacidad para reducir el riesgo de suicidio en los pacientes. No obstante, un 30 por ciento de los pacientes con desórdenes bipolares responden parcialmente al tratamiento con litio, mientras que éste no es efectivo del todo en un 25 por ciento y además produce efectos secundarios.
“Nuestro estudio demuestra que si un paciente bipolar tiene una ‘alta carga genética’ de genes con riesgo de esquizofrenia, éstos tienen menos probabilidades de responder a tratamientos de estabilización del humor como el litio. Además identificamos nuevos genes dentro del sistema inmunológico que pueden tener un papel biológico clave en las vías subyacentes del litio y en sus efectos en las respuestas al tratamiento”, agregó el científico en el comunicado", asegura el Dr. Braune.
Los investigadores consideran que este descubrimiento unido a otras variables clínicas y a biomarcadores ayudarán a predecir las respuestas a los tratamientos antes de cualquier intervención.
Referencia del estudio
JAMA Psychiatry. doi:10.1001/jamapsychiatry.2017.3433
Published online November 9, 2017.