Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y del IDIAP Jordi Gol, pertenecientes al CIBERCV, acaban de publicar un artículo donde se pone en evidencia que las enfermedades autoinmunes aumentan significativamente el riesgo cardiovascular y de mortalidad general. Esto es particularmente pronunciado en personas que padecen artritis reumatoide o lupus eritematoso sistémico. Además, se ha visto que las enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, incrementan el riesgo de ictus y el de mortalidad por cualquier causa. El artículo se publica este mes en la revista Heart.
Para llevar a cabo el estudio se ha seguido una cohorte durante 6 años que incluyó a casi 1 millón de personas con edades comprendidas entre los 35 y los 85 años, sin antecedentes de enfermedad cardiovascular. El gran tamaño de la muestra ha permitido estimar la incidencia de eventos cardiovasculares y la mortalidad en personas diagnosticadas de enfermedades autoinmunes. La prevalencia de algunas de estas enfermedades es relativamente frecuente, por lo que su impacto no es despreciable. Así, se estima que la artritis reumatoide afecta entre 150.000 y 200.000 personas en España y la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa a unas 100.000 personas, aproximadamente.
"Queríamos determinar si se incrementaba el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria, un ictus o la mortalidad general en personas que padecen enfermedades autoinmunes de carácter inflamatorio como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico o espondilitis anquilosante, entre otros, y establecer su incidencia por cada patología" explica María Grau, investigadora del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares dentro del grupo que lidera Jaume Marrugat en el IMIM e investigadora principal del artículo.
Los resultados del estudio constataron que trastornos sistémicos del tejido conectivo -por ejemplo el lupus y la artritis reumatoide- son las enfermedades que tienen asociado un mayor riesgo cardiovascular y de mortalidad general, seguido de las enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que suponen un incremento del riesgo de ictus y de mortalidad. Aunque estudios anteriores ya habían mostrado una relación entre las enfermedades inflamatorias autoinmunes crónicas con el riesgo cardiovascular, el amplío tamaño muestral y el tipo de diseño del presente estudio permite que los resultados sean más generalizables.
"Se cree que el aumento del riesgo cardiovascular y de mortalidad en la artritis reumatoide y el lupus son debido a la interacción de la inflamación, los factores metabólicos, la terapia y los factores relacionados con la enfermedad" explica María Grau "y por tanto, desarrollar nuevas herramientas para la predicción de eventos cardiovasculares que incorporen biomarcadores de actividad de las enfermedades inflamatorias autoinmunes, podría ayudar a reducir la incidencias de estos eventos " añade.
La prevención, la clave
La prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares es una prioridad primordial de la agenda de salud pública, ya que es la principal causa de muerte en el mundo desarrollado y está aumentando en los países en desarrollo. La base común de las enfermedades cardiovasculares es la aterosclerosis, un proceso degenerativo inflamatorio presente durante toda la vida de una persona.
Las enfermedades autoinmunes afectan a la población en la etapa de la vida más productiva y son además muy discapacitantes. Su detección precoz es fundamental porque hay un periodo, al inicio de la enfermedad, donde todavía se puede evitar el daño permanente que puede derivar en otros órganos. Una mejor comprensión de la relación entre estas condiciones y la morbilidad cardiovascular puede ayudar en la evaluación temprana y el manejo de los factores de riesgo, mejorando los resultados a largo plazo de los pacientes con estas enfermedades.
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