La investigación sobre la enfermedad celiaca es una de las líneas que aborda el Programa Corporativo de Investigación en Fisiopatología Gastrointestinal del CIBEREHD. El grupo liderado por María Esteve en el Institut de Recerca Biomédica (IRB-Barcelona) es referente en este campo. Desde este grupo se coordinó el mayor estudio epidemiológico sobre la celiaquía realizado en España.
-¿Qué prevalencia tiene la celiaquía en España?
-Estudios epidemiológicos realizados desde el año 2000 hasta la actualidad muestran prevalencias variables que oscilan entre 1:100 a 1:389.
-¿Han aumentado los casos en los últimos años?
-Más que un aumento de la prevalencia, probablemente lo que se ha producido es un incremento de diagnósticos, gracias a un mayor y mejor acceso a métodos serológicos de diagnóstico.
En el año 2000, se publicó un estudio en población de 1.170 sujetos de la población general, mayoritariamente adultos, y se detectó una prevalencia de 1:389. En otro estudio de 2011, con inclusión de sujetos de la población general de todas las edades, se estableció una prevalencia global de 1:204. Sin embargo, la prevalencia en niños menores de 3 años fue de 1:77, mientras que en adultos fue de 1:357. Las diferencias detectadas en diferentes estudios parecen estar en relación con la edad. De hecho, en este estudio se planteaba la hipótesis de inducción de fenómenos de tolerancia a lo largo de los años como posible explicación a las diferencias relacionadas con la edad. Para confirmar esta hipótesis estamos llevando a cabo en la actualidad un estudio de historia natural que se encuentra en su tercer año de desarrollo.
-¿Es posible ser celiaco sin saberlo?
-Un porcentaje importante de pacientes celiacos no están diagnosticados. Es lo que se conoce como enfermedad silenciosa o paucisintomática. Por otra parte, algunos pacientes con síntomas evidentes se diagnostican tarde por falta de reconocimiento por parte de los profesionales sanitarios involucrados en el diagnóstico. Y ello es debido a que los síntomas son muy variados e inespecíficos. Es necesario hacer una búsqueda activa de casos por parte de los médicos de atención primaria, de pediatras y de digestólogos sobre todo. Pero también tienen que pensar en esta patología hematólogos, ginecólogos, dermatólogos, etc.
-¿Qué prioridades de investigación se marca el CIBEREHD y, en concreto, su grupo?
Hay diferentes líneas de investigación en marcha. Ya se ha mencionado anteriormente el estudio de historia natural que pretende evaluar si la enfermedad celíaca detectada por cribado poblacional puede autolimitarse en algunos casos y cuáles son los factores celulares, moleculares o genéticos que determinan tolerancia inmunológica.
Otra línea de investigación es la identificación de nuevos métodos celulares, moleculares y genéticos para el diagnóstico de la enfermedad celiaca seronegativa o con lesiones mínimas, y nuevos métodos diagnósticos para la evaluación de la adherencia a la dieta sin gluten.
Pero existen otras líneas de trabajo, como las centrados, por ejemplo, en determinar si existe la sensibilidad al gluten celiaca y no celiaca mediante la realización de ensayos clínicos doble ciego e identificación de parámetros diagnósticos que permitan un diagnóstico diferencial; estudios de “búsqueda activa de casos” en atención primaria; e investigaciones para determinar las características genéticas de los pacientes con estudio genético negativo (todos los alelos del D2 y DQ8).
-¿Cuáles son las principales aportaciones que han hecho al conocimiento sobre este campo?
La utilización sistemática del estudio genético (DQ2/DQ8) aplicado a diferentes situaciones clínicas relacionadas con la enfermedad celiaca (familiares de primer grado, anemia, enfermedades autoinmunes sistémicas, diarrea crónica de causa no aclarada, etc.), han permitido establecer que los pacientes con enteritis linfocítica (infiltrado linfocitario sin atrofia o lesión de tipo Marsh I) pueden tener las mismas repercusiones clínicas que los pacientes con atrofia y deben ser tratados con una dieta sin gluten para revertirlas igual que los pacientes con atrofia. La identificación de estos pacientes con lesiones mínimas es mucho más difícil, porque en la mayor parte de los casos la serología es negativa y el diagnóstico diferencial muy amplio. Una importante contribución al diagnóstico diferencial ha sido la identificación del llamado “patrón citométrico celíaco” con incremento de linfocitos gammadelta y reducción de CD3- en la mucosa duodenal. Los puntos de corte establecidos proporcionan una elevada sensibilidad y especificidad para el diagnóstico.
El grupo coordinó, además, el estudio epidemiológico antes mencionado, que se publicó en 2011. Se trata del mayor estudio epidemiológico de enfermedad celiaca realizado en España, con un reclutamiento ajustado a la pirámide de población por edad y sexo, lo que ha permitido evidenciar importantes diferencias en la prevalencia relacionadas con la edad. Esta forma de reclutamiento de casos es inédita y no se había utilizado previamente en ningún otro estudio en el mundo.
-¿Existen condicionantes genéticos en el desarrollo de esta enfermedad?
La enfermedad celiaca está genéticamente determinada por la configuración del sistema HLA. Los genes HLA-DQ2 (DQA1*05xx + DQB1*02xx) y/o HLA-DQ8 (DQA1*03 + DQB1*0302) codifican los heterodímeros DQ2 y/o DQ8 necesarios para que el gluten sea presentado al sistema inmune.
-¿Y ambientales?
-Se ha sugerido que algunas infecciones virales (rotavirus, adenovirus) pueden activar la enfermedad. También se había sugerido que la lactancia materna era protectora de la aparición de la enfermedad, pero un estudio de historia natural (PreventCD), publicado recientemente en New England Journal of Medicine, lo desmiente.
-¿Es recomendable para una persona que no muestra signos de enfermedad celíaca consumir productos sin gluten?
-No es recomendable en absoluto.
-¿Puede un celiaco hoy en día llevar una dieta sana y variada?
-Por supuesto que se puede llevar una dieta sana y variada. En muchos países del mundo, sobre todo en Asia, el consumo de gluten es inexistente o poco habitual.
En nuestro entorno, cada vez es mayor la sensibilidad de la sociedad sobre la enfermedad celiaca. Cada vez hay más variedad de productos sin gluten en el mercado, y hay más restaurantes conscientes del problema que ofrecen platos con alimentos exentos de gluten.