Las personas inmigradas de países de menor renta que España han empeorado su salud mental (casi el 25% padece algún problema) y aumentado el consumo de tranquilizantes (casi el 14% en mujeres) en 2012 respecto a 2006. Empeora, sobretodo, la salud mental de los hombres de clase trabajadora, grupo en el que se produce también el mayor aumento del paro. Durante este período también se observa un aumento de algunos factores de riesgo cardiovascular como la obesidad y el sobrepeso, la hipercolesterolemia, el sedentarismo, y una disminución del consumo de fruta, verduras, hortalizas y pescado. Sin embargo, también aumentan las visitas a ginecología, la realización de citologías y de mamografías, y disminuye hasta menos del 5% la proporción de inmigrantes que refieren no haber recibido atención médica cuando la necesitaban, aunque la encuesta se realizó antes del cambio de legislación sobre el acceso a la sanidad.
Estos son sólo algunos datos del informe elaborado y publicado por el Subprograma Salud e Inmigración de CIBERESP, que ha emprendido el análisis de la Encuesta Nacional de Salud 2012 y su comparación con la Encuesta Nacional de Salud 2006, con el objetivo de estudiar la evolución del estado de salud y sus determinantes, así como del uso de servicios sanitarios de la población inmigrada, en comparación con la población autóctona. “Algunos de los cambios observados parecen ser debidos bien al aumento del tiempo de residencia del conjunto de inmigrantes, bien al contexto de crisis económica” afirma Davide Malmusi, investigador del Grupo de determinantes sociales y políticos de la salud y coordinador del informe.
El informe cubre las temáticas siguientes: 1) Determinantes sociales de la salud, 2) Estado de salud general y condiciones crónicas, 3) Salud mental, 4) Salud laboral, 5) Factores de riesgo cardiovascular, 6) Cribado de cáncer y salud sexual y reproductiva, 7) Utilización de fármacos, y 8) Acceso y utilización de los servicios de salud. Los datos se han analizado en función del sexo, el lugar de origen, el tiempo de residencia y la clase social.