El ejercicio físico podría revertir la fragilidad, así como mejorar parámetros cognitivos, emocionales y sociales. Esto es lo que apunta José Viña en Correo Farmacéutico, periódico especializado en información sanitaria.
El investigador, jefe de grupo del CIBERFES en la Fundación INCLIVA/ Universidad de Valencia, explica en el artículo el estudio realizado con pacientes frágiles con un programa de ejercicio físico. Los investigadores no solo lograron revertir la fragilidad sino mejorar el deterioro cognitivo y disminuir la depresión geriátrica. Incluso observaron una reducción significativa del número de visitas al centro de atención primaria de los pacientes.
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